ENTREVISTA - Bolivia dejó de ser el país más pobre de Sudamérica
Por Silene Ramírez y Eduardo García
LA PAZ (Reuters) - Bolivia dejó de ser el país más pobre de Sudamérica, tras duplicar su Producto Interno Bruto en cuatro años y registrar cifras macroeconómicas elogiadas en el exterior, con una política de planes sociales y estatización de la clave industria de los hidrocarburos.
La afirmación la hizo el ministro de Economía, Luis Arce, en una entrevista con Reuters el viernes en la noche, dos días antes de que el presidente indígena Evo Morales busque una reelección que, según sondeos, tendría asegurada por el apoyo mayoritario de una población esperanzada en sus políticas de izquierda.
Un Producto Interno Bruto Total (PIB) que ha crecido a unos 19.000 millones de dólares, desde 9.000 millones en el 2005; un nivel de reservas internacionales cercano al 50 por ciento del PIB; una inflación controlada y un tipo de cambio estable son para Arce los resultados de "un modelo hecho por los bolivianos para la economía boliviana".
"Bolivia ha crecido (...) Hemos ganado una reputación ante la comunidad internacional sobre el manejo macroeconómico", aseguró Arce, quien ha comandado la política económica desde comienzos del 2006, cuando se inició el Gobierno de Morales, y ahora deja en manos del mandatario su continuidad en el cargo.
"Estamos entrando en un umbral donde ya no somos un país pobre (...) Estamos creo mejor que Paraguay", agregó, sin dar cifras comparativas. "Bolivia está como en un sándwich, no somos ni emergentes, ni somos pobres", expresó.
El economista con especialización en Inglaterra destacó que este año por primera vez Fitch Ratings y Moody's Investors Service elevaron la calificación del país y el Fondo Monetario Internacional (FMI) elogió la política macroeconómica de Bolivia como un ejemplo de prudencia y equilibrio.
"Los bonos, la demanda interna, la redistribución del ingreso son clave para el crecimiento económico que hemos generado (...) Nos diferenciamos del modelo neoliberal", dijo.
MAYOR CRECIMIENTO EN SUDAMERICA
El Gobierno de Morales goza de una alta popularidad gracias a planes sociales dirigidos a dar bonos directos a estudiantes, ancianos y madres, en los que ha dispuesto más de 300 millones de dólares anuales que benefician a una cuarta parte de la población de unos 10 millones de habitantes.
"Eso ha dado resultado (...) este año por primera vez Bolivia va a ser la número uno en crecimiento en América Latina, nunca yo había visto eso", dijo haciendo referencia a la estimación oficial de crecimiento del PIB del 4,5 por ciento en el 2009, nivel que proyecta mantener en el 2010.
Organismos como el FMI previeron que Bolivia será el país de América Latina que registre un mayor crecimiento en el 2009, con un estimado de 3,1 por ciento, luego que logró sortear los efectos de la crisis financiera internacional.
Arce destacó que esos subsidios son un motor de crecimiento, que ha llevado el PIB per cápita a 1.671 dólares frente a 1.010 dólares a inicios del 2006, pese a que este año se prevé una caída de las exportaciones de entre 1.000 y 1.500 millones de dólares debido a la baja del precio y la demanda del gas natural, el producto estrella de ventas del país.
Los ingresos estatales del sector gasífero se más que duplicaron a 2.650 millones de dólares en el 2008, desde apenas un poco más de 1.000 millones en el 2005, un año antes de que Morales incrementara el control del Estado sobre la industria. Para este año, Arce estimó una caída del 9 por ciento.
Bolivia "también terminará con la mejor relación reservas internacionales/PIB de toda la región al terminar con un acumulado de reservas de 8.500 millones de dólares frente a un PIB total de unos 19.000 millones de dólares", destacó Arce.
El ministro no descartó la posibilidad de comenzar a usar las reservas para distintos proyectos, en los cuales dijo que todavía hay que trabajar duro.
MEGAPROYECTOS, EN BUSCA DE SOCIOS
Bolivia tiene como norte megaproyectos en hidrocarburos, hidroelectricidad, minería y litio, que lleven a una industrialización. Arce dijo que el primer paso es el contrato con el grupo indio Jindal para explotar el yacimiento del Mutún, con miras a la producción de acero en unos cuatro años.
Reconoció que para desarrollar esos proyectos es necesario contar con inversión extranjera directa, aunque "bajo el principio de que queremos socios, pero no patrones".
"Ha cambiado la condición del país. Ya no es un país que está de rodillas, es un país que está bien parado y que puede negociar a la misma altura que cualquiera", insistió.
"El inversionista extranjero tiene una ventaja, que trae el 'know how' y trae su plata", admitió. "A nosotros nos gustaría hacerlo solos pero no podemos", agregó.
Arce no descartó que un nuevo Gobierno de Morales vaya a tocar las puertas de organismos multilaterales o de otros países para emitir deuda externa, pero admitió que primero tiene que convencerlos del buen desempeño de la economía.
Bolivia redujo su deuda externa prácticamente a la mitad en los últimos cuatro años, a unos 2.000 millones de dólares, y está haciendo esfuerzos para bajar la interna, de unos 23.000 millones de bolivianos (3.250 millones de dólares), destacó.
Dentro de este panorama, Arce considera que Bolivia se enfrenta a un nuevo año que será también positivo.
Con un presupuesto para el 2010 de unos 141.580 millones de bolivianos (20.000 millones de dólares), levemente inferior al del 2009 por un menor precio promedio estimado del petróleo -de 61 dólares por barril (dpb) frente a 73 dpb-, Arce apuesta a seguir con los subsidios sociales.
(1 dólar estadounidense = 7,07 bolivianos)
(Reporte de Silene Ramírez y Eduardo García. Editado por Carlos Alberto Quiroga)
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