Este es un espacio de análisis y opinión, que intenta ser lo mas objetivo posible, aceptando asimismo, la dificultad de cumplir con esta tarea en su totalidad. Lo importante es en todo caso, el tratar de describir parte del proceso histórico que actualmente vive Bolivia desde la visión ciudadana.

Sunday, August 14, 2005
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Bolivia frente a la anunciada baja en la inversión por parte de las petroleras



Bolivia frente a la anunciada baja en la inversión por parte de las petroleras
By: NEB / Bolivia Now
Picture: "Noticias" NEB / Bolivia Now



Como “noticias desalentadoras” fueron anunciadas en muchos de los titulares en la prensa, después del "informe" del señor Carlos López, vocero de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y polémico ex viceministro de energía de la administración Banzer – Tuto Quiroga, quien aseguro que la inversión de las petroleras en el ultimo año bajo de 103 a 62,5 millones de dólares, indicando además que la caída mas "dramática" se haya evidenciado en el area de la exploración, la cual habría sido de 45,6 a 7,5 millones de dólares. Todo esto, según el y en representación de las compañías petroleras instaladas en Bolivia, se habria dado en respuesta a la nueva ley de hidrocarburos aprobada en grande recientemente, asi como la confirmacion de que el presidente de Bolivia habria decidido mantener el plazo de la migracion obligatoria de los contratos petroleros.

Los precios internacionales del petróleo sobrepasan ya los 65 dólares por barril. Los precios de la gasolina en cualquier estación de servicio de los Estados Unidos por ejemplo, bordean fácilmente los 3 dólares por galón, sin que existan indicios que los precios bajen a niveles vistos solamente hace un año atrás. El problema no necesariamente estaría en la producción, ni siquiera en los resultados desastrosos de la guerra de Irak. El problema mayormente se halla en términos de la falta de construcción de nuevas refinerías que consigan responder a la demanda y también a la especulación de quienes compran “a futuro” ciertos volúmenes de hidrocarburos. En ninguno de los casos, las compañías petroleras pierden. No importa si la guerra de Irak no resulto en un aumento de la producción y consecuente abaratamiento de los precios, no importa si es que no se refina lo suficiente o no se explora mas, las compañías petroleras no perderán mas de lo que tienen calculado dentro de lo previsible, al contrario, todo les favorece hoy. Bolivia cuenta con una de las mayores reservas gasiferas y de otros hidrocarburos del continente.

Hoy en Bolivia, las mismas compañías estarian apostando a mas caballos de lo que los bolivianos creen. Olvidémonos de las expresiones dramáticas del señor López, olvidémonos del llamado fantasma del ahuyentamiento de las inversiones, que tal cosa no es tanto como la pintan. El señor López habla de las petroleras como si se tratara de pobres huérfanos victimas de un estado perverso que les quisiera quitar el pan de la boca, como si realmente fueran pobres, mucho menos huérfanos o victimas, cuando por sentido común ellas hoy viven de la explotación de algo que no les pertenece, olvidándose de que simplemente es un negocio entre partes, así que tampoco el pan es suyo y que en todo caso, estaria todo bajo serios cuestionamientos legales y eticos. El señor López quien en la administración de Banzer y de Tuto Quiroga habria hecho como muchos (y en muchas otras administraciones), una utilizacion cuestionable del poder desde una oficina de estado, que segun muchas voces, habria tenido por objetivo siempre el gran negocio para las compañías petroleras (para quienes hoy trabaja) consistente en un juego de ganancias unilaterales, justificando su propósito con el pretexto de que las inversiones deberían ser recuperadas por los "inversores" y que el país debería ser “competitivo” para así atraer nuevas inversiones y por supuesto “honrar” contratos que el estado habría firmado. Por supuesto, muchos no olvidan que dichos contratos fueron ilegales y llenos de vicios, que la inversión supuesta de 605 millones de dólares iniciales no fue tal siendo inflada a ese numero sin que existan auditorias reales, al igual que con las inversiones posteriores. Muchas de estas compañías defraudaron al estado en materia de impuestos, que en otras palabras podria decirse que hicieron lo que quisieron con la complicidad de mucha gente en el poder. Poco podria creersele hoy al señor López cuando menciona que su interes y preocupacion es enteramente por el bien de Bolivia.

Las compañías petroleras habrían anunciado arbitrajes internacionales, así como juicios contra el estado boliviano por incumplimiento de contratos. Sin embargo y en respuesta a ello, el presidente boliviano Eduardo Rodríguez Veltzé asevero que "no debe convertirse un anuncio de arbitraje o llegar al arbitraje mismo en un temor que merece mayor atención y no generan ningún tipo de preocupación extraordinaria más allá del propio arbitraje" Por otra parte un grupo de parlamentarios y expertos en asuntos legales e hidrocarburíferos habrían iniciado hace dos meses un juicio contra las compañías petroleras objetando la vigencia y legalidad de los contratos de riesgo compartido que no habrían contado con la respectiva autorización del congreso nacional. A decir de Mirko Orgaz García, miembro del partido PS-3 (Plataforma Socialista por la Tercera Nacionalización de los Hidrocarburos) Las compañías petroleras tendrían que devolver al menos 10 mil millones de dólares al estado sin contar daños y prejuicios, basado en que de acuerdo al principio de la ilegalidad de los contratos, las petroleras habrían estado explotando anualmente los hidrocarburos con ganancias de unos 1,400 millones de dólares cuando el estado habría recibido en estos diez años de explotación sin control solamente 250 millones de dólares, siendo calificada esta explotación como una “súpermillonaria estafa” al estado boliviano.

Se acercan las elecciones en Bolivia y por supuesto, las petroleras no se quedarían a esperar a ver que sucede. Al contrario, se teme que las mismas ya tendrían en consecuencia sus regiones y candidatos favoritos y estarían haciendo todo lo posible para que sus intereses y contratos no pierdan privilegios, invertirían por tanto los millones que sean necesarios en campañas mediáticas con el fin de tratar de mover conciencias en pro de sus candidato favoritos y que estos sean elegidos, o que finalmente esto no les resultara incitar a que el país se fragmente convirtiendo las autonomías en separatismos de hecho. Todo ello valdría la inversión millonaria con tal de que el negocio multimillonario les sea lo mas prospero posible. A estas compañías no les interesaría por tanto que orientales y occidentales se maten entre si, así mismo no les interesaría si los bolivianos son más o menos blancos entre si o si algunos hablan más o menos el idioma inglés, que al final de cuentas terminan siendo pequeñas ridiculeces superficiales. Bajo este panorama y con tantos miles de millones de dólares en juego, a dichas compañías no les interesaría como tampoco les interesa en la actualidad 68, 1,800 o 50 mil muertos mas o menos como se comprobó en guerras pasadas, revueltas sociales o muertos de las guerras que se libran hoy mismo. No les importaría tampoco con que bando aliarse, con tal que les continúe favoreciendo al negocio, el resto son solo pequeños daños colaterales que pueden entrar dentro de sus previsiones.

Los bolivianos sin embargo, no deben caer en la peligrosa conformidad de saberse dueños de los recursos, lo bolivianos deben tomar parte activa de un verdadero cambio y propender a la unidad de todos sus connacionales, así como a la unidad regional del sub continente, pues sería la única forma de defenderse con cierto éxito. No importa si muchas de estas compañías facturan anualmente decenas de veces más de lo que factura toda Bolivia como país, ya que su poder no podría ser tan grande frente a un pueblo que se resista a ser dividido. Es importante por tanto que los bolivianos se entiendan bajo este contexto y que entiendan claramente que divisiones artificiales como las regionales, las raciales o sociales no nos llevaran a ningún otro lado que no sea a una mayor vulnerabilidad y posterior desintegración. Todos perderíamos, claro, menos los que reciban las millonarias migajas por supuesto.