La declaración de independencia de Kosovo y la relación con los intentos separatistas en Bolivia
Imagen: "De Kosovo a Bolivia" Por: NEB / Bolivia Now
La declaración de independencia de Kosovo y la relación con los intentos separatistas en Bolivia.
Por: NEB / Bolivia Now
El gobierno de los Estados Unidos y algunos países de la Unión Europea reconocieron explícitamente hoy (17 de Febrero del 2008) la auto-proclamación de independencia de Kosovo. Las calles de Prístina se llenan de festejos llenos de símbolos nacionalistas y de colores varios entre los que se incluyen banderas de los países mencionados. Por su parte, el gobierno Serbio protesta formalmente frente a lo que califica como una medida unilateral, ilegal y arbitraria que atenta contra las resoluciones y las leyes pactadas por las Naciones Unidas, por tanto por la comunidad internacional.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en su resolución 1244 del 10 de Junio de 1999 respecto a la provincia de Kosovo (parte entonces de la Federación Yugoslava) en uno de sus puntos reafirma la soberanía territorial y la integridad territorial de la Federación Yugoslava (Kosovo es entonces considerada como parte de esta Federación) en la cual Serbia es ahora reconocida como el estado sucesor.
Según el gobierno serbio, secundado por el gobierno del presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, los gobiernos que expresan hoy el apoyo a esta medida unilateral de Kosovo, desconocerían abiertamente lo que fue firmado con su participación años atrás, dejando en duda el apego real de estos gobiernos a la legalidad internacional o simplemente demostrarían una vez más su postura ante la comunidad internacional: si las leyes internacionales representan un obstáculo a sus intereses, estas dejan de tener valor y podrían ser re-escritas dejando de lado el aspecto consensual de los acuerdos internacionales.
Se teme que este proceso altamente publicitado por los países que apoyan a esta decisión unilateral promueva actos separatistas alrededor del mundo.
Algunos analistas europeos coinciden en señalar que esto formaría parte de el nuevo menú de formulas empleadas por los Estados Unidos y algunos de sus aliados europeos para minar aquellos estados opuestos al unilateralismo mundial, promoviendo separatismos nacionalistas con pretextos raciales, culturales o geográficos.
Putin acusa a occidente se sostener un “doble rasero” con respecto a los separatismos alrededor del mundo apuntando a la larga lista de ilegalidades en los que incurren en este afán, incluidos aquellos que apuntan al derrocamiento de gobiernos democráticos. Según el presidente de la Federación Rusa, no existiría autoridad moral por parte de occidente de dar clases de democracia o legalidad a nadie.
El mundo observara atentamente el desarrollo de los siguientes acontecimientos en Kosovo. Se prevé que occidente utilizara enormes cantidades de recursos para demostrar una señal “ejemplificadora positiva” del proceso, sirviendo como “modelo” para los otros intentos separatistas alrededor del mundo, especialmente en aquellas regiones que poseen grandes riquezas naturales, de energía o que son de gran interés geopolítico.
En todo el mundo, los movimientos independentistas son ampliamente diferentes unos de otros, siendo que muchos de ellos simplemente se apegarían a las mormas legales de coexistencia dentro de los estados. Los ejemplos se dan en prácticamente todas las regiones del mundo, desde Vermont en Estados Unidos, Québec en Canadá, Gales, Escocia, Irlanda del Norte, en Gran Bretaña; País Vasco, Córcega, o Bélgica en Europa. Asimismo, más al sur y al oriente: Chipre Nigeria, Palestina, Moldavia, Cachemira, Tibet. Cada uno de ellos con mayor o menor grado de “integridad” en sus reclamos basados en los principios de autodeterminación reconocidos por las Naciones Unidas.
No obstante, volviendo al continente americano, los ejemplos se transforman en groseros intentos separatistas que buscan el secesionismo de estados y la destrucción de las integridades de gobiernos democráticamente electos (Venezuela, Ecuador, Bolivia) en pos de recursos energéticos, geopolíticos y naturales apoyados principalmente por alguno de los países que hoy apoyan la declaración unilateral de independencia de Kosovo. Casualmente, el embajador de una de estas potencias involucradas frente a uno de los países mencionados -victima de la amenaza separatista-, jugo en papel muy importante en el desarrollo y desenlace de esta declaración de independencia unilateral de Kosovo, iniciándose desde alguna oficina clave en la disolución de la antigua Federación Yugoslava, hasta tomar parte del proceso hasta el año 2006. Con toda la experiencia adquirida, este diplomático seria enviado a Bolivia, país en el cual se desato uno más de los escándalos que develan el nivel de intervencionismo y extraña asociación con los movimientos “autonomistas” en ese país. Las últimas denuncias desnudan las intenciones de activo espionaje sobre ciudadanos nacionales y extranjeros en Bolivia, así como el fuerte y millonario apoyo a estos movimientos separatistas para financiar sus operaciones.
Las denuncias siguen sumándose al respecto, sin embargo parecen contar con la complicidad de la mayoría de los medios televisivos, impresos, radiales y virtuales en Bolivia que en su afán de atacar al gobierno democrático boliviano –incurriendo inclusive en groseras demostraciones de índole racista- hacen la vista a un lado ante la amenaza que a la larga desmembraría a Bolivia disfrazada hoy de “autonomías” con su ultimo instrumento: los “estatutos autonómicos”
El desprecio a las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas respecto a la integridad territorial de Serbia -más allá de las más o menos legitimas aspiraciones kosovares basadas en su estructura étnica albana- por parte de las potencias mundiales que arengaron siempre a esa salida, solo pueden hacer pensar que ante el enorme poder de las mismas, no existirá ley alguna que pueda proteger la integridad de los estados constituidos, especialmente si estos simplemente no comparten la visión unilateralista del manejo del mundo en desprecio de el consenso de las Naciones Unidas.
Uno de los peligros subyacentes a este sentido de impotencia, se podría traducir en la aparición de extremismos diversos en diversas partes del mundo dispuestos a todo cuando los medios convencionales o las leyes internacionales simplemente no sirven de nada.
En el caso de Bolivia, una de las cosas más lamentables es sin duda la sumisión de la enorme mayoría de la prensa, no frente a la amenaza de violencia –como valientemente lucho en contra durante las dictaduras- sino más bien por el amor a los favores a obtenerse por su sumisión a ciertas agendas que lamentablemente llevan a Bolivia al peligro de una desmembración o de una guerra interna. Como sucedió con anteriores desmembramientos por guerra o diplomacia enferma en Bolivia, la historia juzgara y muchos nombres serán apuntados frente a lo irremediablemente perdido.