Bolivia posee más de dos tercios de las reservas mundiales de litio. La industria automotriz y de productos electrónicos toca sus puertas con ansiedad
Imagen: "Bolivia es dueña de su futuro"
por: NEB / Bolivia Now
_________________________________________
Los negociadores de estas industrias deberán pensar muchas veces antes de intentar viejas formulas con un país que constitucionalmente hace complicado para cualquier inversor la explotación de sus recursos naturales, a menos que estos den las mayores ganancias posibles a sus ciudadanos.
_________________________________________
Por: NEB / Bolivia Now
La nueva administración de los Estados Unidos puso aun más difícil para los fabricantes de automóviles cumplir con las emisiones de los automóviles que fabrican, borrando la legislación de la presidencia de Bush que protegía a estas industrian y que procuraba que ningún estado pueda exigir un techo más verde de emisiones que el gobierno federal. Es emblemática la batalla entre el gobierno federal y el Estado de California.
Las compañías europeas y japonesas por su parte ya avanzaron en los temas de las emisiones mucho antes que las compañías norteamericanas y por supuesto, las automotrices de estas regiones se hallan mejor preparadas.
La recesión mundial sin embargo, añade una nueva presión a los fabricantes norteamericanos quienes se ven forzados a adoptar medidas aun más radicales. La presidencia de Obama en adición, añade en su discurso la necesidad urgente para su país de dejar de depender de proveedores de petróleo extranjeros.
Todos los caminos apuntan a la búsqueda de nuevas tecnologías que a la larga resulten no solamente convenientes económicamente sino también que puedan cumplir con todos los retos que se plantea la industria automotriz a nivel mundial.
Las tecnologías alternativas ya son tecnologías existentes. Entre las respuestas de los fabricantes se hallan los altamente populares automóviles híbridos, los cuales funcionan con combustible regular y con baterías productoras y almacenadoras de energía, recargada en muchos casos por un sistema KERS, últimamente utilizado también por las escuderías de Formula Uno.
Los nuevos teléfonos celulares inteligentes que en si, ya son pequeñas computadoras requieren de estas nuevas baterías al igual que las computadoras portátiles de última generación.
El litio se convierte en un importante elemento en la fabricación de estas baterías de última generación debido a su ligero peso, menor densidad y alta reactividad.
Entre otros usos, el litio se utiliza en aleaciones para la fabricación de aviones, especialmente militares y la no tan nueva fabricación de armas termonucleares.
Algunas estimaciones indican que Bolivia es poseedora de más de dos tercios del litio en el mundo. Oficialmente y extraoficialmente se habla de compañías japonesas, chinas, rusas e inclusive de los Estados Unidos que estarían tocando las puertas del palacio quemado aguardando la oportunidad de que el estado boliviano abra sus puertas a la explotación de este recurso metálico.
Algunos artículos reproducidos por la revista Time, la agencia Reuters y diversos diarios alrededor del mundo plantean a Bolivia como la Dubai de mitad de siglo infiriendo que solo con los recursos sin procesar del litio, convertiría a Bolivia en posiblemente el país mas desarrollado de Latinoamérica en las siguientes décadas.
Materia prima es precisamente lo que las compañías buscan en Bolivia. Sin embargo, se encontraron en el umbral de sus ambiciones con un país muy distinto no solo en términos políticos si no también legales si se lo compara con la Bolivia de solo hace diez años atrás.
Bolivia en Febrero de 2009 acaba de estrenar una nueva Constitución Política del Estado o Carta Magna. Esto le permite al país andino-amazónico en términos prácticos, revolucionarse a si mismo en muchos aspectos, incluidos el de la propiedad de los recursos naturales.
Los recursos naturales con los que cuenta Bolivia son hoy propiedad inalienable del estado, lo cual incluye que estos poseen una protección legal para no ser privatizados.
Uno de los principios por los cuales estuvo claro el presidente Morales es el dar la bienvenida a los inversores extranjeros siempre y cuando estos sean “socios y no amos” del estado boliviano.
Las compañías interesadas en la explotación de este recurso, tuvieron que echar mano a nuevos expertos para poder afrontar este desafío, pues en un principio se plantearon el reto como algo anticipadamente fácil: “se trata de un país en vías de desarrollo que requiere de inversiones mas aun en medio de una crisis mundial” Sin embargo, los precios del litio continúan subiendo. Durante el primer cuarto del 2009 se compra la tonelada de litio en $3,000. El tiempo en el cual costaba alrededor de $200 paso al olvido. Al parecer los bolivianos intuyeron esta situación cuando prácticamente expulsaron a una compañía de los Estados Unidos que intento apropiarse de estos recursos bajo contratos dudosos con la administración de Gonzalo Sánchez, expresidentes boliviano actualmente en pedido de extradición por ser alegadamente el principal responsable de la muerte de decenas de personas durante su gobierno el año 2003.
Las compañías y ahora países interesados en este estratégico metal hoy comienzan a considerar la petición del presidente Morales: Si se invierte, el país debe ganar y si se puede ganar, que se haga en la mayor escala posible. Esto incluiría llegar hasta lo que el gobierno boliviano denomina una sexta o séptima etapa del proceso, es decir, la etapa de fabricación misma de las baterías. Esto significa ni más ni menos que la transferencia tecnológica en un grado importante.
Bolivia se halla en proceso de la instalación de una “planta piloto” con una inversión de $6 millones con la expectativa de generar ganancias mensuales de algo mas de $300 mil una vez concluida. Se construye también un aeropuerto internacional en la zona. No obstante muchos aun se preguntan si esto no va sino a “paso de tortuga” cuando la urgencia es tan alta. No se sabe si es parte de un plan preparado para presionar a los inversores para inclinarse por el que mas ofrezca o simplemente es un producto de la poca experiencia o poca visión del negocio y la magnitud de ganancia que ello puede representar para Bolivia.
En caso de darse el mejor de los escenarios para Bolivia, un país de solo 10 millones de habitantes, podría fácilmente hallarse en el nivel pronosticado de desarrollo mucho antes de lo previsto.