Cuando los acorralados en Bolivia se tornan mas peligrosos
Fotografia: "Dando la espalda" Por: NEB / Bolivia Now
Por: NEB / Bolivia Now
La atención en Bolivia se focaliza en ciertos aspectos enteramente sobredimensionados y maliciosamente manipulados. Es el eterno juego del lavado masivo de cerebros cuando se dispone de los medios para conservar privilegios plagados de injusticia. La manipulación por el miedo y los prejuicios sin duda que han estado dando resultados y se encaminan con entusiasmo hacia un intento más de “golpe de terciopelo”, aunque su violencia ya no puede ser disimulada. Lo caricaturesco es ver –y escuchar- a las hordas “defensoras de la democracia” actuando precisamente en contra de esta, pero armándose de la palabrita para intentar justificar quizás su ignorancia o peor aun, sus actos plenamente concientes pero plenos de alta contradicción al intentar ser justificados.
Lo cierto es que hay que entender que este fenómeno en el que cierta prensa nacional e internacional tiene un papel fundamental, es un engranaje más en el mecanismo de esta maquinaria de nuevas técnicas para derrocar gobiernos democráticamente constituidos pero ajenos a los intereses que al final de cuentas, nada tienen de apego con la democracia desde sus fundamentos. El uso de la simbología y el uso repetitivo de ciertos términos y el artificial intento de enfrentar sectores nacionales aprovechándose de heridas históricas aun no cerradas no son mas que parte de ciertas técnicas muy bien estudiadas y puestas en practica ya en diversos “laboratorios” sociales alrededor del mundo. Es una guerra psicológica continua, pero que a la larga, no logra limitarse a ello. Seria impensable concebir a estos actores sin su dosis "natural" de brutalidad y con esto no me refiero a pequeñas escaramuzas pugilísticas bochornosas por aquí y por allá bajo el atento lente de los medios, la cosa es aun más seria y esta seriedad se percibe al máximo cuando todo lo anterior no va resultando como lo planeado, es entonces que estos manipuladores se ponen en extremo peligrosos al verse en cierto sentido acorralados y faltos de argumentos, pero ese ya es otro estadio.
Esta en la naturaleza de quienes conducen estos actos desestabilizadores el utilizar a la larga métodos mucho mas sangrientos, solo basta revisar un poco la historia latinoamericana, aquella que nos habla de dictaduras y desaparecidos. Muchos de los que hoy gritan por la “democracia” y en el fondo rechazan esa idea, se sorprenderían de encontrar que atando ciertos cabos resultarían al final de cuentas ser muñecos de trapo con hilos que llevan a las manos de esos mismos operadores. Pero dando el beneficio de la duda, podríamos decir que gran cantidad de ellos se volvieron adictos al sedante mediático y es muy difícil que se molesten en ver más allá. Hay otros sin embargo, que si lo saben, o al menos lo sospechan, pero no hacen nada por que en e fondo saben que se sienten mas cómodos alineados con estas ideas y los eventos corrientes son catalizadores de su odio, disfrazado de colores y banderitas, pero odio al fin. Estos, unidos a los operadores buscan la "solución final por el desastre" es decir, que el país se escinda y por supuesto, que sean ellos quienes se queden con las zonas mas ricas o al menos con las migajas de lo que al final de cuentas se convertirán en los reales dueños. A este grupo le molesta una solución pacifica, integradora y con justicia de oportunidades, mas allá de lo que puedan decir.
Estos instrumentos de colosal manipulación (que de buena cuenta tienen muchísimos recursos económicos y materiales) simplemente no quieren admitir que en el fondo también hay posturas encubiertas de racismo y no de "defensa de la democracia" Solo basta escuchar y ver las consignas que mayormente terminan en epítetos discriminatorios. Parte de lo cómico es que también se transforma en una especie de defensa banal de lo estético (jugando el “nosotros y ellos”), pues sus participantes parecen aun no despegar su identificación mental con lo muy ajeno, negando a su vez lo que les rodea, que es una masa enorme de los excluidos de siempre. Inteligente seria leer la realidad y aportar constructivamente a un proceso de cambio inevitable, pues era cuestión de tiempo para que ello suceda, es decir, que las mayorías se representen a si mismas, pero este acto de acto de equidad democrática muy poco les importa a quienes prefieren aun tener a un “ladrón vestido con Armani” que a un “indio (…) como presidente”
Muchos bolivianos pueden simplemente no sentirse identificados con las raíces indígenas pues ello les es realmente muy ajeno o toca muy poco su historial o herencia y eso es perfectamente valido. Tampoco se puede pedir el “disfrazarse” de lo que uno no es. Muchos bolivianos, a pesar de ello asumen una actitud constructiva sin dejar de ser lo que son, pero asumiéndose dentro de un espacio multicultural. Al otro lado del espectro están los intolerantes, aquellos que simplemente se creen racialmente superiores a esas mayorías o aquellos que creen por que uno tiene la piel algo mas clara, debe ser atacado y acusado de no ser “lo suficientemente boliviano”. Pero desglosando un poco entre esos dos grupos extremos, fácilmente podemos observar quienes aun tienen “la sartén por el mango” o mas bien, gozan del favor de los medios de comunicación masivos y de los medios y que hoy hacen todo lo posible para que las cosas vuelvan a como eran antes, donde “cada quien estaba en su lugar”
Al hablar de una actitud constructiva, hay que hablar de integración y participación en este proceso inevitable. Hoy pueden generarse aun muchas esferas de resistencia dentro del esquema democráticamente electo para permitir esa inclusión, pero nadie dijo que la cosa iba a ser fácil, pues finalmente los principales emisores masivos de mensajes van cumpliendo su objetivo: el polarizar y dividir más a la población boliviana con el beneficio ultimo de solo unos pocos y estos por seguro, lo ultimo que desean es la convivencia pacifica entre los diferentes sectores, pues ello significaría que se comiencen a develar la monstruosa corrupción alrededor del apropiamiento indebido de miles de hectáreas de tierra que sirvieron para sacarle al estado “prestamos” millonarios sin que estos jamás sean honrados con su paga; o quizás no les conviene una integración nacional que permitiría una verdadera descentralización administrativa pero con fiscalización del estado cortando lo mas posible fuentes eternas de enriquecimiento ilícito.
Mientras tanto, los que aparecen en las calles, ellos quizás ni se beneficien de los planes ideados solo para que unos cuantos se beneficien en grande, en respuesta ellos dirán: “No soy rico, no soy dueño de los medios, soy una simple persona con un oficio que hasta ahora no se me abren las oportunidades, pago mis impuestos, pero sin embargo, por el hecho de no parecer indígena se me acusa de racista… hoy estoy en la calle defendiendo la democracia” De la sinceridad de algunas de estas personas no se puede dudar, de lo que se podría dudar, es de su capacidad de situarse en un contexto histórico en el cual esta persona, quizás sin quererlo forma de si misma un pequeñito engranaje que simplemente sirve a una maquinaria mayor.
El tema del derecho de Sucre o de cualquier otra ciudad boliviana de querer tener en si todos los poderes es algo que a pesar de contar con legitimidad en su pedido, conlleva a inmiscuirse con un tema muy delicado; muchas vidas se perdieron ya por esta causa hace mucho tiempo y sin duda que la herida continua abierta, el cuestionamiento sobre la elección del tiempo para hacerlo, el momento escogido para echarle sal y abrirla mas. La contradicción entre el darle a la Asamblea Constituyente solo poderes derivativos, infligir violencia organizada contra la misma y sus miembros y al mismo tiempo postular esta idea extemporánea para ser “tratada” en la misma no solo es contradictoria sino que desnuda las verdaderas intenciones de los operarios de estas acciones. Es una carta fuerte, una carta más que se juega y apuesta por la violencia y el separatismo aunque en el discurso se pretenda convencer de lo contrario; lamento mucho por aquellos que vienen sendo utilizados, pero lamento aun mas por un país como Bolivia, al cual con estas acciones se le intenta quitar una vez mas la posibilidad de salir del atraso en el que se encontraba. Sin duda que es muy peligroso tener a estos poderosos elementos acorralados y sin ideas pues se teme que lo peor de si aflore, es decir, su propia naturaleza y vístase de los colores que se vista y diga las consignas que digan… es su propia naturaleza.